Gobierno impulsa la educación técnica con inversión de S/311 millones en 32 institutos del país
El Minedu invertirá S/311 millones en 32 institutos tecnológicos del país para fortalecer la educación técnica y mejorar la empleabilidad juvenil.
El Gobierno peruano anunció una inversión de S/ 311 millones para mejorar la infraestructura y equipamiento de 32 Institutos de Educación Superior Tecnológica (IEST) en distintas regiones del país.
El objetivo, según el Ministerio de Educación (Minedu), es fortalecer la educación técnica y responder a la creciente demanda de mano de obra calificada en sectores productivos y tecnológicos.
La iniciativa forma parte del programa “Mejoramiento de los Servicios de Educación Superior Tecnológica”, que busca modernizar laboratorios, talleres y aulas especializadas, además de implementar nuevas carreras alineadas con la transformación digital y la reactivación industrial.
“Queremos que los jóvenes tengan una formación técnica de calidad, con equipamiento moderno y docentes capacitados. Esta inversión reafirma nuestro compromiso con la empleabilidad juvenil”, declaró Miriam Ponce, ministra de Educación, durante la presentación oficial del proyecto en Lima.
Según el Minedu, los recursos beneficiarán directamente a más de 25,000 estudiantes técnicos, priorizando regiones con brechas formativas y limitado acceso a infraestructura moderna. El financiamiento se ejecutará durante los próximos dos años bajo el modelo de obras por impuestos y mecanismos de ejecución directa del Estado.
De acuerdo con datos del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), cerca del 70 % de los egresados técnicos consigue empleo en menos de seis meses, y sus remuneraciones se mantienen competitivas frente a carreras universitarias tradicionales, especialmente en ramas industriales, tecnológicas y de mantenimiento.
Desde el punto de vista económico, el analista educativo José Carlos Gonzales, de la Asociación para la Educación Productiva (ASEP), este tipo de inversión “no solo reduce brechas educativas, sino que impacta directamente en la productividad nacional”, al fortalecer la formación técnica como motor del desarrollo económico.
Más allá del monto, el reto real será garantizar que los proyectos no queden en infraestructura vacía. El vínculo entre institutos, empresas y gobiernos regionales será clave para asegurar que los jóvenes encuentren oportunidades reales y que la educación técnica no siga siendo vista como una segunda opción.